Antes de concluir este artículo, hablemos un poco sobre la curva de aprendizaje.
Desde el punto de vista de un editor de contenido, Directus puede ser bastante sencillo de aprender a utilizar, principalmente porque se da por sentado que el equipo o la persona a cargo de la implementación ha tenido en cuenta los distintos roles; administradores, desarrolladores, editores, editores invitados, o sean cuales sean los roles que tenga tu instancia.
Por lo que, cada uno de los usuarios estará configurado según los permisos que tenga cada rol. Por ejemplo, un editor invitado solo puede ver y editar las publicaciones que él haya creado y un editor interno podrá cambiar el estado de su propia publicación, o de editores invitados, pero nunca de otros editores. Y solo el administrador podrá eliminar una publicación.
Esta jerarquía de roles hace que los usuarios poco técnicos tengan un curva de aprendizaje razonable, puesto que se van a ocupar solo de las responsabilidades que su rol tenga y nada más, no van a ver paneles de configuración de colecciones, ni publicaciones de otros editores o sea cual sea el caso, verán solo lo que necesitan ver.
Ahora bien, ¿qué hay de la curva de aprendizaje para los desarrolladores? Esto depende mucho del nivel de experiencia, tiempo, y recursos. En mi caso en particular la curva de aprendizaje fue regular, un poco abrumadora por momentos, pero teniendo en cuenta que fue en un entorno laboral y con prisas, estuvo bastante bien.
La primera vez que toqué Directus fue en mi trabajo, no había tiempo a pararse demasiado a ver cómo funciona ni las mejores prácticas o posibles cuellos de botella, pero contaba con compañeros con mucha más experiencia con Directus que yo, un buen ambiente de trabajo y un jefe flexible. Todo esto hizo que mi primer contacto fuera bastante positivo. Sin embargo, recomendaría ponerse a practicar y analizarlo en tiempos libres, eso facilita mucho el aprender cómo trabajar con Directus.